Reflexión sobre COMUNICACIÓN del Equipo Reggio
1. Para que nuestra comunicación sea igualitaria, empática y respetuosa, ¿comunicamos con todos los sentidos?
Como dice Boris Cyrulnik “Las palabras son emoción y, a veces, llevan información”. Los niños y niñas que pasan por nuestra Escuela, de pocos meses a los tres años, comprenden más nuestro tono de voz, nuestras miradas, disponibilidad y cercanía física, expresividad y gestualidad, nuestro tono corporal, movimientos, … que las palabras. Es muy importante tenerlo claro. Porque aunque sí es verdad que la palabra es muy importante, para anticiparles qué vamos a hacer, verbalizarles emociones o necesidades que puedan tener, informarles, … pero han de estar siempre acompañadas del resto de nuestro cuerpo y con coherencia en los mensajes.
Desde el momento en que estamos presentes, estamos comunicando con todos nuestros sentidos.
Por otra parte, respecto a lo que ellos/as nos comunican, hemos de estar disponibles para ellos/as y supone sobre todo escucharles y mirarles abiertamente. ¿Qué significa? Estamos acostumbrados/as a ver lo que conocemos y si no tenemos esa apertura desprejuiciada hace que recibamos lo esperado pero no lo nuevo, lo diferente, lo original de cada niño/a o grupo de niños/as. Debemos dejarnos sorprender con esas respuestas originales, creativas, para conocer desde ellas cómo comprenden el mundo cada niño/a en esta etapa.
Tener en cuenta lo que cada niño/a nos dice con su cuerpo y sus sentidos. Hasta los 6/7 años los/as niños/as son acción, sienten, piensan y se comunican haciendo con su cuerpo: se crispan, agitan, lloran, ríen, se mueven deprisa, … de alegría, de tristeza, de frustración, de miedo, angustia, de placer, … Gran parte de nuestro trabajo como educadores/as es conocer y comprender en cada niño/a como es su proceso para ajustarnos mejor al responder a sus necesidades y deseos.
Darles un lugar para comunicarse, escuchar la respuesta y acogerla como parte de su persona; y dotarles de herramientas para comunicarse. Si son escuchados, querrán y sabrán comunicarse.
2. ¿Estamos atentos/as a lo que nos quieren comunicar, creando espacios y momentos para la comunicación?
Es básico en nuestro trabajo diario. El que en cada aula estemos una pareja educativa facilita la comunicación con los/as niños/as, tanto individual como grupalmente. Son dos miradas, dos formas de escuchar y de comunicar, que desde su diversidad han de ser coherentes.
Todos los momentos son comunicativos y educativos, debemos a estar atentos/as a no llenarlos de palabras y a facilitar la escucha de cada niño/a. El estar disponible significa, entre otras cosas, darnos permiso para observar lo que ocurre en el aula y así también permitir a los niños y niñas expresarse con todo lo que son.
Con los bebés, de pocos meses a un año, la escucha es mucho más individualizada aunque también se pueden crear espacios y proponer materiales para que interaccionen de forma dual o grupal. Con la mirada atenta del/la educador/a, dándoles seguridad física y afectiva para que sean ellos/as los protagonistas de sus logros.
Los bebés se comunican con el cuerpo, con sus vocalizaciones y balbuceos. Debemos observar cómo cada uno/a lo hace para ajustarnos a sus necesidades y deseos. Con ellos/as la relación individual es básica, al cogerles, sostenerles, manipularles, ofrecerles la comida o un objeto o un chupete …. todo es comunicación de cómo están, de cómo les respetamos y de si creemos en sus capacidades como sujeto o no.
Según las edades de los/as niños/as también podemos crear momentos y espacios grupales para que esa comunicación, esa interacción, se produzca: a partir de 1-2 años propuestas en pequeño grupo, en 2-3 asambleas donde puedan expresarse todos/as de forma libre y respetando el ritmo de cada uno/a, darles tiempo a resolver los conflictos entre iguales, … y, sobre todo, en las rutinas, ya sea el momento de la comida en el que un ambiente tranquilo permite una comunicación entre educador/a y niños/as y entre ellos/as, o el del cambio de pañal, más individualizado. Los momentos de calidad individuales y grupales han de estar garantizados cada día y aquí es fundamental el escucharles con todos nuestros sentidos.